sábado, 19 de junio de 2010

Con el empuje de los Bradley

Johannesburgo, Sudáfrica

A Estados Unidos le incomoda la obligación de tomar la iniciativa. En el fútbol, proponer requiere de dos condiciones: creatividad y atrevimiento. Con los dos conceptos extraviados, el cuadro de Bob Bradley empató a dos con Eslovenia apelando a la heroica. Desnortado durante todo el primer tiempo, básico y monótono en el manejo de los ritmos, fue incapaz de asumir el papel que le correspondía como uno de los favoritos del grupo C.

Igualó y no es poca cosa. Su rival pudo haberse convertido en el primer seleccionado en clasificar matemáticamente a octavos. El objetivo lo tuvo a tiro con el marcador 2-0, pero los dos Bradley se interpusieron. Bob, el técnico, que movió la estructura de su equipo con modificaciones de hombres y sistema; y Michael, el volante, que fue el pistón que empujó a los suyos hacia adelante. Con un detalle absolutamente pueril: el futbolista es hijo del entrenador.

Michael Bradley fue el mejor de la cancha. Suyo fue el tanto del 2-2 y el propio número 4 apareció en la acción más controvertida del choque: a Estados Unidos le anularon un gol legítimo y al compañero de Juan Arango en Borussia Moenchengladbach le cometieron penal. La decisión del juez de Mali, Koman Coulibaly, fue inverosímil. Todavía debe estar preguntándose qué sentenció.

Por características, Bradley se ubica en la mitad de la cancha, por delante de la línea de cuatro defensores, y desde allí dirige la orquesta. Tiene dinámica y anticipación – dos elementos fundamentales para ser útil en esa zona – a los que añade notables virtudes técnicas. Quien quiera corroborarlo que busque el video de su gol y observe cómo resuelve con la punta del botín para superar por arriba al arquero Handanovic.

Hay selecciones a las que no se les puede pedir más de lo que ofrecen. Eslovenia es una muestra: ordenada y rocosa atrás, filosa en ataque, pero muy limitada en el medio. Asume sus carencias y saca provecho de sus fortalezas. 

En el otro extremo está Estados Unidos. ¿Alguien puede dar crédito a que un equipo que tenga entre sus titulares a Landon Donovan, Clint Dempsey y Michael Bradley, no pueda jugar a otra cosa?