A Fernando Amorebieta los movimientos en la directiva de su club y la llegada de un nuevo entrenador le cambiaron el panorama. Josu Urrutia se impuso en las elecciones internas en junio y con él llegó Marcelo Bielsa. Uno y otro -como conductores en las oficinas y en las canchas del Athletic de Bilbao- generaron las condiciones necesarias para que el defensor nacido hace 26 años en Cantaura, estado Anzoátegui, pudiese por fin integrar una convocatoria de la Vinotinto.
Urrutia, un ex jugador de los Leones de San Mamés, desplazó de la presidencia del Athletic a Fernando García Macua. Ya el vínculo con Bielsa estaba cerrado, solo a la espera del resultado de los escrutinios. La palabra del entrenador argentino fue suficiente aval para el nuevo mandatario, que puso fin al ciclo de cuatro temporadas de Joaquín Caparrós en el banquillo bilbaíno. También la liberación de Amorebieta quien, primero por el impedimento de las normativas de la FIFA y más tarde por los obstáculos que puso su equipo, se vio impedido de atender al llamado de la selección venezolana.
Las gestiones de Rafael Esquivel y el apoyo de Ángel María Villar, presidente de la Federación Española de Fútbol, acabaron de destrabar el asunto. Fue clave un diálogo entre Villar (en Colombia durante la realización del Mundial Juvenil) y Urrutia para que quedase sin efecto un documento firmado por el zaguero con la anterior directiva que condicionaba su libre albedrío. La intervención de Bielsa también tuvo su peso. Consultado sobre el caso, el preparador le hizo ver al directivo el prestigio que significa para cualquier profesional de este deporte tener la categoría de internacional.
En la primera lista de Vicente Del Bosque como técnico de España para un amistoso disputado en 2008 contra Dinamarca, Amorebieta fue incluido. No jugó un solo minuto y su nombre no volvió a figurar. En su círculo cercano, la Grulla (apodo por el que lo llaman sus amigos) siempre admitió sus preferencias por Venezuela antes que por España. La inmadurez para manejar la presión de su antiguo entrenador lo llevó a hacer silencio cuando se vio en una encrucijada en septiembre de 2010. César Farías lo citó para la doble fecha FIFA contra Colombia y Ecuador en Puerto La Cruz y Barquisimeto. El jugador hizo mutis.
Farías dio por cerrado el tema, aunque en su entorno era sabido que la puerta quedaba entreabierta. En diciembre del año pasado se produjo una aproximación entre el jugador y el DT antes del amistoso contra País Vasco. La notable actuación en la Copa América y el reto de clasificar a Brasil 2014, motivaron el siguiente paso. Fernando Novo, un agente argentino radicado en España pero vinculado estrechamente con el mercado venezolano, sirvió de puente y facilitó las gestiones legales (también colaboró con el acercamiento en los casos de Julio Álvarez y los hermanos Rolf y Frank Feltscher). Un par de llamadas de Farías le pusieron el lazo al regalo más esperado en este ciclo.
Amorebieta debutará con la camiseta nacional el viernes contra Argentina en Calcuta. Será la ocasión para medir su grado de implicación y compromiso. 157 partidos en la primera división de España son suficiente aval para justificar su presencia. De cómo se integre y de qué le transmita a Farías dependerá que esta rareza derive en costumbre. Pero con el objetivo de estar en la próxima Copa del Mundo como prioridad, el concurso del central puede llegar a ser determinante. Ya sus compañeros se encargarán de enseñarle las estrofas del himno.