lunes, 11 de julio de 2011

Bloque equilibrado

La Vinotinto es un equipo organizado. El concepto, que alude a su capacidad para ocupar de manera lógica y sistemática cada espacio de la cancha, lo ha llevado a un grado superlativo de funcionalidad. Los futbolistas, comprometidos con la idea, han sido fundamentales en su ejecución. Pero cabe reconocerle al cuerpo técnico la planificación en la puesta a punto y su capacidad de convencimiento para hacer que el mecano engranara. Lo que en un pasado reciente fue una debilidad, hoy es su principal fortaleza: con el arco en cero, Venezuela es –junto a Colombia– la propuesta más solvente del torneo en el apartado defensivo.

Hay dos elementos vitales que explican este rendimiento. Por un lado el nivel físico de todo el equipo, capaz de presionar a los rivales en su terreno cuando los partidos se extinguen y el desgaste ahoga; por el otro, su aplicación táctica, un factor que ha permitido que sus zagueros y volantes de marca hayan terminado con nota alta los dos compromisos.

La selección consiguió en su preparación y en los últimos ensayos pre Copa el equilibrio defensivo que la tiene en el primer lugar de su grupo. Habrá que recordar cómo fueron cuestionados Renny Vega y la dupla Vizcarrondo-Perozo por parte de la opinión pública antes del debut en La Plata. Defender es una responsabilidad colectiva, por eso hoy el eje se ve más sólido, el arquero está menos sometido a situaciones de riesgo, los laterales cierran a tiempo y al enemigo le resulta difícil encontrar franjas libres.

El bloque funciona y es maleable. Contra Brasil, se ubicó comprimido en el límite del área grande y desde allí controló el duelo, minimizando al pentacampeón en un segundo tiempo notable. Delante de Ecuador se acomodó a lo que el trámite exigía y puso las condiciones más arriba, incorporando a los mediocampistas de primera línea y a los laterales en la elaboración. Con más volumen hubo también mayor presencia en el área oponente.

Paraguay espera en este camino luminoso. Los de Tata Martino percuten con una mandarria de contragolpe, pero son poco claros si se les obliga a proponer. Con 4 puntos asegurados, se impone que el bloque impenetrable de las dos primeras fechas ofrezca menos fisuras que nunca.