lunes, 20 de agosto de 2012

La respuesta está en Atenas

Los griegos, desde los clásicos literarios y filosóficos hasta sus parámetros de organización social, siempre fueron fuente de consulta para entender el mundo moderno. Después de empatar contra Japón en Hokkaido el pasado miércoles, puede que la Vinotinto deba buscar en Atenas la solución a su gran enigma: cómo rearmar al equipo sin Tomás Rincón. 

En la capital helena, defendiendo los colores del Panathinaikos, está José Manuel Velázquez. Marcador central en el club del trébol verde, fue mediocampista de primera línea en la segunda mitad del duelo jugado en el Sapporo Dome. Al lado de Franklin Lucena, la selección recuperó la estabilidad defensiva, seriamente cuestionada en el primer tiempo. 

Velázquez conoce el oficio. Con los juveniles que clasificaron al Mundial de Egipto en 2009 ejerció varias veces en el eje del mediocampo. Y, cuando llegó a Mineros desde el Villarreal B, Carlos Maldonado lo colocó allí en el Apertura 2011. No fue su mejor período en Puerto Ordaz porque le faltó el ritmo necesario para encontrar su condición ideal. Pero su capacidad de anticipación, entendimiento del juego y un primer pase preciso, le otorgan los elementos necesarios para ser útil en una parcela que en el último año fue perdiendo sucesivamente a Lucena, Giácomo Di Giorgi y Rincón. 

Los dos retos de septiembre en la reanudación de la eliminatoria –ambos en cancha rival– invitan a pensar en una estructura en la que prime la organización alrededor del área propia. No habrá, salvo en momentos puntuales, volantes con características más ofensivas por delante de los zagueros. César Farías solo apeló a ese tipo de jugadores (Julio Álvarez o Luis Manuel Seijas) en los choques de local. Las paradas en Lima y Asunción ofrecerán una versión más parecida a la que se vio en Japón. 

Tanto Velázquez como Lucena ofician de centrales en sus equipos. En el caso del segundo, su versatilidad para cambiar con solvencia de una demarcación a la otra está fuera de cualquier duda. En cuanto a Sema, los tiempos para trabajar allí antes del primer duelo en la capital peruana son su única contra. A favor tiene el conocimiento de la idea del entrenador y la buena prestación ofrecida en el ensayo más reciente. 

La selección podría salir al terreno el 7 de septiembre con cuatro “defensores” ocupando el núcleo del último cuarto (Oswaldo Vizcarrondo, Andrés Túñez, Velázquez y Lucena, por ejemplo). A bote pronto proyecta un once bien apertrechado atrás, con garantías tanto para ocupar espacios como para ir al hombre. La singularidad de esta figura permitiría el desdoble más seguro de los laterales en transición ofensiva, condición fundamental para generar volumen de juego. Eso, y la participación de Juan Arango o Seijas para enlazar la salida de la pelota, acabarían de darle forma a la hipótesis de funcionamiento. 

Lucena alcanzará con el Caracas en las próximas semanas el nivel competitivo que necesita para la exigencia internacional. Y Velázquez ha sido titular con su nueva camiseta desde que dio el nuevo salto a Europa. Por jerarquía, envergadura y liderazgo, las apuestas se vuelcan abiertamente a favor del tándem en esta fase que cierra la primera vuelta en la ruta hacia Brasil 2014. 

El grupo de titulares que enfrentará al Perú de Sergio Markarián se acabará de perfilar en Lima. Mientras, entre videos y apuntes, Farías concluirá que para tomar la decisión más importante siempre es un buen ejercicio acudir a los griegos. 

Columna publicada en el diario El Nacional (20/08/2012)