lunes, 15 de julio de 2013

Eterno Panzeri

Tan citado como desconocido en profundidad, Dante Panzeri, figura emblemática del periodismo deportivo argentino, es bastante más que una frase repetida. Profundo y comprometido, lúcido y visionario, al hombre que jamás tranzó con su ética y principios le corresponden méritos que exceden los tópicos. Para fortuna de quienes no coincidieron generacionalmente con él, una selecta parte de su obra fue recogida en el libro Dante Panzeri, dirigentes, decencia y wines (Editorial Sudamericana, 2013) en una edición a cargo de Matías Bauso. 

El texto, un copioso volumen de más de 500 páginas, recorre la trayectoria profesional de Panzeri quien dirigió la revista El Gráfico y fue un referente también como comentarista radial y conductor de espacios televisivos. Sus posturas, siempre en las antípodas del sistema, lo terminaron ubicando en ese territorio aislado y silencioso que habitan los defensores de las causas dignas. 

Artículos de opinión, análisis del juego, entrevistas a personalidades, coberturas especiales, guiones, y hasta crítica de espectáculos conforman una panoplia fecunda en la producción de este mito que, a 35 años de su muerte en Buenos Aires, mantiene la vigencia de las ideas universales. 

La tapa del libro que recoge
la obra de Panzeri
El título de uno de sus dos libros (Fútbol, dinámica de lo impensado) derivó en latiguillo para comentaristas y comunicadores. Los conceptos, fruto de su pensamiento fértil, adelantaron posturas y maneras de aproximarse al juego que sobrepasaron a su tiempo. Fue un defensor del fútbol bien jugado, de la asociación como esencia y de la responsabilidad que entrenadores y practicantes tienen con quien paga una entrada para sentarse en la tribuna. 

Combatió los negociados, enfiló contra la dirigencia corrupta y señaló a los violentos. Todo con un lenguaje cuidado y enfático, denso en su estructura, reiterativo hasta el límite. Usaba las mayúsculas para fijar en el lector aquello sobre lo que convenía la reflexión y gustaba de ser directo en la denuncia, sin eufemismos vacuos que implicaran algún tipo de genuflexión. 

Hizo fuertes reclamos por la organización del Mundial de 1978 en tiempos de dictadura militar. Falleció poco antes de la inauguración, pero hasta el último día manifestó su rechazo a una empresa que comprometía económicamente al país. Hasta llegó a reunirse con un ministro del régimen de Jorge Videla para exponer, carpetas y documentos en mano, sus puntos de vista. Así de respetado era. 

El periodismo, que tanto alude a Panzeri para sustentar argumentos, haría bien en detenerse en aquello que predicó y sostuvo respecto al ejercicio de la profesión. Su ejemplo bastaría para elaborar tomos deontológicos, pero también dejó bibliografía sobre el tema porque tampoco en eso le temblaba el pulso. Una vez fue consultado acerca de la definición de ética periodística y su respuesta fue “ética a secas”. Sin tonos grises, no admitía justificaciones en la mala praxis de los informadores. 

Allí hay una herencia poco aprovechada y escasamente divulgada por quienes cumplimos con la responsabilidad de buscar la verdad y transmitirla a una audiencia. Desde el cuidado en el uso del idioma hasta la manera de relacionarse con las fuentes, la fiscalización al poder y el ahorro en el uso de adjetivos para valorar a los deportistas. 

En tiempos de tanta fragilidad moral, de egos y exposición mediática exacerbada, de alejamiento sistemático en el compromiso social, acudir a Panzeri, reserva moral inagotable, reconduce caminos y abre horizontes.

* Columna publicada en el diario El Nacional (15/07/2013)

lunes, 8 de julio de 2013

El santuario de Pelé


El estadio Ullevi, inaugurado en 1958, acoge espectáculos y partidos de la selección sueca


GOTEMBURGO, SUECIA

Una enorme estatua de Ingemar Johansson lanzando un recto de derecha intimida al visitante. La estampa del ex campeón mundial de los pesos completos sueco, rival de Floyd Patterson en tres combates memorables, lo muestra fibroso y gigante en la puerta de entrada al estadio Ullevi de Gotemburgo. El boxeador fue una de las grandes figuras del deporte de este país, hijo ilustre de una ciudad apacible que se asoma al Mar del Norte con sus cielos violáceos en los interminables atardeceres del verano salvador. 

El Ullevi es un punto de referencia en la historia del fútbol mundial. Hace 55 años Pelé debutó allí en un partido contra la Unión Soviética y sobre su césped el prodigio de 17 años le anotó a Gales el primero de sus 12 goles en las Copas del Mundo. Fue en Suecia donde Brasil logró su primer título y Gotemburgo la plaza que celebró las galas de coronación de O Rei

Con menos notoriedad, también Iker Casillas le debe al Ullevi su alternativa con la selección de España a mediados de 2000. 

Las caminerías que lo circundan son una variante del paseo de las estrellas de Hollywood. Allí están homenajeados, además de Pelé y Johansson, personajes del deporte local y figuras del espectáculo como Mick Jagger. El lugar ha sido sede de campeonatos de atletismo y de la final de la Euro 92 ganada por Dinamarca sobre Alemania. 
La estatua de Ingemar Johansson

Hay en el Ullevi un aire a santuario que resulta conmovedor. La arquitectura, casi una pieza de art déco, es de líneas modernas, con tribunas que descienden al acercarse a los extremos en una especie de ola con ondulaciones que dan vía libre a la brisa templada que reduce la sensación térmica. Lo nuevo se funde con lo antiguo: una vanguardista pizarra electrónica se enmarca en la estructura de la original detrás de uno de los arcos; en el otro, un vetusto marcador, el mismo que se activó el 19 de junio de 1958 para registrar el primer grito de Pelé. 

Las taquillas conservan su diseño y es inevitable erizarse al pasar por las puertas de acceso, hechas de hierro forjado y torniquetes de madera con forma de hélice que han resistido el paso del tiempo. Allí parecen seguir habitando las almas de quienes dieron vida y color al cemento celeste que habla a través de esas voces. 

Su amplia dimensión y la merma en la asistencia en los partidos del IFK Göteborg, llevaron a una mayor explotación del recinto para eventos artísticos y, eventualmente, encuentros de la selección sueca. Los anuncios que decoran postes y paredes invitan a conciertos de Robbie Williams o Roger Waters para julio y agosto, además de un amistoso entre el Real Madrid y el Paris Saint Germain, programado para el 27 de este mes con Zlatan Ibrahimovic y Cristiano Ronaldo como principales reclamos publicitarios. 

Los torniquetes mantienen su diseño original

A escasos 100 metros se levanta el Viejo Ullevi, una especie de hermano menor que acoge a los clubes profesionales de la ciudad y es la casa permanente del equipo nacional femenino. Con acertado criterio, las autoridades decidieron demoler la antigua estructura y edificar una nueva sobre el terreno de la anterior. Es un estadio pequeño, con gimnasios y restaurantes operativos todo el año, a la vera del río Göta y a 10 minutos del centro. 

Suecia es una sociedad avanzada cuya mayoría profesa la religión protestante. El fútbol, cuyos feligreses no siguen a un único Dios, cuenta con innumerables templos en el planeta. El que honra el debut en la gran escena de Pelé, figura adorada por miles de fieles, está en este lugar de gentes cordiales que celebran al sol sin rendirle culto.

*Columna publicada en el diario El Nacional (08/07/2013)

lunes, 1 de julio de 2013

Fuentes orientales

Puerto La Cruz fue el primer abrevadero que el ciclo de César Farías halló para fortalecerse en la crisis. Cuando en octubre de 2008 la credibilidad hacia el seleccionador vivía su momento más crítico, apareció el triunfo contra Ecuador en el José Antonio Anzoátegui que permitió ampliar el crédito. El cierre de la eliminatoria hacia Suráfrica 2010 corroboró la importancia de aquel episodio. Por eso, la designación del estadio emblema de este período para enfrentar a Perú el próximo 10 de septiembre, está llena de sentido. 

Aquel partido contra los meridionales fue un punto esencial en la continuidad del actual proceso. Tras eslabonar cuatro derrotas consecutivas, todas cargadas de profundas dudas respecto al modelo de juego y su funcionamiento, Farías lanzó su primer gran desafío al cambiar a varios ejecutantes y decidirse por la dupla Tomás Rincón-Franklin Lucena para el mediocentro. Una medida que le daría ingentes prestaciones futuras y de la que todavía se beneficia el equipo nacional. 

Otras apuestas, como la de Roberto Rosales en el lateral derecho o la titularidad de Maestrico González, encontraron motivos para el afianzamiento tras aquel lance que se resolvió con un rotundo 3-1. Por el mismo marcador caería Perú once meses después en una noche brillante para Ronald Vargas. Miku anotó dos veces y en el plantel ya aparecían varios miembros de la grey que clasificó al Mundial Juvenil de Egipto (Rafa Romo, Francisco Flores y Yonathan Del Valle) también bajo el influjo del talismán portocruzano. 

La Vinotinto vivió también duras jornadas en esa cancha. Dos veces cedió ante Chile, incluida la derrota 2-0 en el premundial actual, y no pudo ganarle a Ecuador en el último choque oficial de 2012. Pero fue en la costa oriental donde se produjo el primer triunfo histórico contra Argentina y donde se ha vivido buena parte de las mejores veladas bajo la conducción de Farías. 

Todos esos elementos cuentan para elegir la sede. No habiendo en el país locaciones que representen ventajas atmosféricas o climáticas notorias, la decisión se vincula más a factores deportivos y de preparación. A Farías siempre le ha parecido conveniente el césped de Puerto La Cruz y es en esa ciudad donde mejor controla la logística. La pelea por un cupo a la Copa del Mundo requiere que estos pasos se den buscando el mejor entorno posible para seguir en carrera. No son tiempos para hacer demagogia con la selección: hay que jugar donde el técnico considere conveniente, por encima de cualquier otro interés. 

Perú se medirá a Uruguay en Lima antes de desembarcar en el JAA, en una cita llena de urgencias y desgaste. Venezuela visitará Santiago y tendrá en contra el largo traslado desde la capital chilena. 

El ensayo contra El Salvador en Mérida, previo a la última doble fecha eliminatoria, cantó la formación que se mediría a Bolivia en La Paz pero, desde la concepción del modelo empleado, arrojó pistas muy claras que posiblemente remitan a los dos próximos duelos de local. 

Como ocurrió hace cinco años cuando la selección se desinhibió en el instante de mayor tensión, el panorama en septiembre y octubre obligará a una demostración de fútbol ofensivo e imposición de condiciones al rival para que Brasil 2014 pueda seguir siendo una posibilidad real. No habrá segundas oportunidades. Será el espacio impostergable para encarar riesgos y asumir compromisos. 

La selección llegará a la próxima fecha con sed mundialista. Puerto La Cruz, como tantas otras veces, volverá a ofrecerle sus fuentes.

* Columna publicada en el diario El Nacional (01/07/2013)